A nadie ha dejado indiferente la vuelta del programa Sorpresa Sorpresa a la televisión. Y precisamente porque en esta nueva etapa las cifras del codiciado “share” han demostrado lo contrario, el pasado domingo pudimos decirle, al menos de momento, adiós. La próxima semana Teresa Viejo estará al frente del programa Cambio Radical, un espacio en el que se podrá presenciar el cambio de imagen de aquellos que lo necesiten por motivos físicos o psicológicos.
En estas cuatro ediciones de Sorpresa Sorpresa que nos han ofrecido bajo el amparo de los buenos resultados de los dos especiales emitidos en Navidad no han tenido tiempo ni de crear una leyenda urbana (pues todavía hay quién afirma tener un amigo que vio a Ricky Martin salir del armario, muy original el imaginario colectivo), pero sí a lavar la imagen de los famosos que lo necesitaban. Es el caso de Naomi Campbell quien, tras hacerse pública la sentencia que la obliga a limpiar durante una semana un edificio de Nueva York como castigo por la agresión a una de sus trabajadoras, apareció en el programa de Isabel Gemio para dar varias sorpresas, y participando también del juego de la sorprendedora sorprendida: un amigo suyo, aprovechó para darle una sorpresa y contar delante de todo el país lo tremendamente inocente y buena que es la Campbell. Para terminar la entrevista Isabel Gemio, con la ayuda inestimable de Boris Izaguirre, regaló a Naomi tortilla de patata, un Chupa Chups (porque sólo a los españoles se nos ocurre ponerle un palito a un caramelo), una guitarra española que la modelo afirmó no saber tocar y… ¡una fregona! Sin duda, es lo que le será de mayor utilidad.
La verdad es que la top model nunca ha tenido fama de ser de trato fácil, y a ello contribuyeron en gran parte las sonadas peleas de pareja que mantuvo con el conocido bailarín español Joaquín Cortés, quien en el “último” programa de Sorpresa Sorpresa este domingo, aprovechaba también para laurear a su ex. Lo que está claro es que a ella, que más que de buen humor puede presumir de buena puntería, apoyo no le falta. Por desgracia es lo habitual en los personajes públicos, pues todavía pitan en los oídos las primeras declaraciones hechas por Antonio Canales en relación con el caso Farruquito: “La justicia no puede ser igual para todo el mundo”.
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